Hola soy Francheska Moya, Comunicadora, Periodista y Locutora de profesión y pasión. Tuve la oportunidad de empezar a trabajar en mi profesión mucho antes de terminar la carrera universitaria y he tenido la fortuna de conocer cada rama de la misma; Comunicación corporativa, Periodismo, Radio, Televisión como Presentadora de Noticias y Maestra de Ceremonia. La comunicación es una de mis mayores pasiones. Realmente el arte en general, disfruto de él en todas sus vertientes. Estudié Arte Dramático en la Escuela Nacional de Bellas Artes, no lo finalicé, solo estudié la mitad, 2 años. Fue una hermosa experiencia junto a grandes artistas -Maestros- a quienes recuerdo con aprecio y a quienes cuando trabajé en el Ministerio de Cultura tuve el placer de entrevistar.

El canto al igual que escribir me encantan. En fin, la comunicación y el arte siempre serán parte de mi, lo vivo.

Con el nacimiento de este proyecto poco a poco también me he ido formando en el marketing digital y branding pues me he visto obligada a ejecutarlo aún sin haberlo estudiado. Desde el 2022 mi enfoque ha sido prepararme en los negocios, estrategia e innovación. Pienso que jamás estará de más aprender cosas nuevas e ir fortaleciendo las ya aprendidas.

Desde siempre me han gustado los negocios, generar recursos de manera independiente. Sin embargo, en ese momento nunca invertí en formarme en el área, decidí dedicarme a mi profesión, a ser mamá y para ese entonces también esposa. Tampoco imaginaba que a los 26 emprendería un interesante viaje.

En el 2013 inicié mi primer negocio; bisutería, se llamaba FRAMA. Me encantaba pero era extremadamente agotador y poco remunerado para el tiempo invertido con cada accesorio. En el mismo año si mal no recuerdo, por mi rol de madre y amante a los dulces, hice casi todos los cursos relacionados a la repostería en la Escuela Risk y luego de tantas recetas, prueba y error decidí iniciar a hacer esos mismos postres y venderlos.

En el 2014 el deseo de generar más recursos, ‘’ser dueña de mi tiempo’’ y hacer algo diferente iba en aumento, el interés de vender ropa femenina diferente a lo que normalmente encontraba en el mercado no salía de mi mente a pesar de los NO que yo misma me decía; es que no conocía nada ni a nadie del sector, simplemente tenia una idea muy clara de lo que quería ofrecer y a quién me iba a dirigir.

Siempre ha generado en mi cierta curiosidad el tipo de piezas que se encontraba en casi todas las tiendas de ropa femenina, su trato al cliente, la dinámica del dueño de negocio o empleado para poder cerrar una venta, su trato post venta. El comportamiento del consumidor; entiendo que por esto cuando pensé en emprender la ropa femenina fue con lo que mas me identifiqué.